Icono del sitio Mamá… ¿Qué es Scrum?

Sí, vendo humo

Sí,  ha llegado la hora de confesarlo: vendo humo. Llevo años dedicándome a explicarle a equipos y organizaciones en qué consiste Scrum, y todo lo que tiene que ver con Agile. .

Al final, acabo hablando de mundos imposibles, lugares mágicos que no ocurren, zonas que jamás pasarán y, realmente, solo le podemos llamar humo porque al final  estoy contando algo que nunca vamos a ver en la vida.

Entré en el mundo de Agile a raíz de pasar por varios equipos en los que era todo un auténtico desastre: horas extras, fines de semana, gritos, desmotivación, etcétera.  Esa realidad, que no me gustaba, quería cambiarla, por lo que decidí especializarme en Agile y ayudar a cambiar las cosas.

Después de trabajar como Scrum Master en varios equipos, apostaron por mí como Agile Coach en una compañía y me dediqué durante mucho tiempo a acompañar a los equipos,  a los clientes y a la organización en su Transformación Agile.

La realidad entre Agile y las empresas actuales

Pero al final, muchas veces la realidad te golpea en la cara: la realidad que tú quieres construir está muy lejos del día a día de las personas y muchos consideran que tu función, al final, es vender humo.

Sinceramente, hay días que me levanto pensando que lo que hablo no tiene relación con lo que hablan los demás:  yo estoy pensando en cómo utilizar técnicas de estimación basada en #noEstimates mientras que el equipo que tengo delante no para de discutir sobre si esta tarea son dos o tres puntos de historia.

El cambio es lento

Damos charlas hablando de super técnicas de estimación, de Scrum Masters superhéroes que lo hacen todo, que tienen unos diagramas de planes de releases espectaculares y portafolios Agile… Luego, vemos equipos que siguen echando horas, siguen pasándolo mal, siguen frustrados y siguen poco motivados ¿No ibas a cambiar el mundo? Me diría mi yo del pasado.

Soy de los que coge la mochila y se enfrenta a los problemas, he ido a ver a CEOs y responsables para tratar de que un equipo no estuviera fines de semana trabajando por una fecha que se ha enquistado en un cliente. Sin embargo, la realidad hace que te estrelles porque hay un negocio, hay un cliente y es difícil convencerle de que la fecha no le hará feliz, que hay que estudiar el valor y darle lo que necesita. Al final, metemos gente, reforzamos el equipo, nos quedamos tardes y fines de semana y, de alguna manera, “sacamos el proyecto”. “¿Y qué alternativa tenemos?” me preguntaron una vez.

Scrum se demuestra cuando las cosas «van mal»

Si una compañía en una situación así se tiene que plantear lo que tiene que hacer, entonces es que hemos fallado. Para que funcione, teníamos que tener muy claro que no se van a echar horas extras, que entregamos productos hasta donde se pueda y que maximizamos la entrega eligiendo en cada momento lo que nos aportará más valor. Para poder hacer eso: tendríamos que tener conversaciones con clientes, con la dirección o con comerciales, y dado que no se puede, al final tu discurso es humo.

Aún así, seguiremos trabajando para intentar cambiar esta realidad. Leer más libros,  asistir a charlas, invertir en formación, ganar experiencia para tratar, poco a poco, de encontrar la manera de que ese humo se convierta en algo real y de que lo que decías, hace unos meses, que iba a ocurrir de verdad ocurre.

Porque la alternativa es poner tu cabeza al servicio de la dirección, decirles que, si no van a hacer Scrum, entonces que no cuenten contigo. Al final, te vas y no queda nada: esa realidad que tú ibas a cambiar continúa igual y, aunque tú te has ido y nadie te puede acusar de nada porque has pagado con tu trabajo, tampoco has conseguido que lo que te motivaba ocurra y que los equipos funcionen de otra forma más eficiente.

Mientras no consigamos que las organizaciones cambien, cada PPT que construyamos, cada charla que demos y cada evento al que asistamos seguirán siendo vender humo. Toca ser positivos, aprender, convencer y seguir luchando porque los éxitos tienen lugar, tarde,  pero acaban ocurriendo.

Y tú ¿vendes humo?

Dedicado a mi amigo Paco Lorite por destaparme hace años 🙂

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