Bandera comunista color azul cerceta teal
Thinking

Descifrando el mito: ¿Existe alguna conexión entre agilidad y comunismo?

El otro día, durante la NeuronCEOLuch, me encontré con una conversación que me llevó a reflexionar una vez más sobre una queja recurrente: alguien le había dicho a Roberto Canales que la agilidad es algo comunista. A pesar de pensar que este tema ya había sido superado, me di cuenta de que todavía existen malentendidos en torno a estas dos ideas aparentemente dispares. En este artículo, quiero abordar la conexión entre agilidad y comunismo y ofrecer un análisis que desmienta esta afirmación sin entrar en juicios de valor sobre si está bien o mal.

En el mundo de las organizaciones y las metodologías de gestión, el concepto de agilidad se ha convertido en un tema candente en los últimos años. Mientras tanto, el comunismo de Marx ha despertado la curiosidad de muchos con su propuesta de una sociedad igualitaria y cooperativa

A primera vista, podríamos preguntarnos si existe alguna conexión entre estos dos conceptos aparentemente dispares. El modelo de Laloux nos proporciona una perspectiva interesante para analizar la conexión entre el comunismo y la agilidad. En este artículo, exploramos las similitudes y diferencias entre la agilidad y el comunismo, utilizando el modelo de Laloux como una herramienta de comparación.

Comencemos analizando las diferencias y conexión entre el comunismo y la agilidad

Jerarquía y Estructura Organizativa

En su implementación histórica, el comunismo ha tendido a ser más centralizado (y jerárquico), con una planificación económica y política dirigida por el Estado. En la URSS, por ejemplo, el Partido Comunista tenía un papel central y una estructura jerárquica que se extendía a todos los niveles de la sociedad. 

De hecho se corre el riesgo de que ocurra, como en Corea del Norte donde el control totalitario del Estado ha llevado a violaciones masivas de los derechos humanos, represión política y falta de libertad de expresión.

Bandera comunista color azul cerceta teal
Comunismo con un paradigma cerceta teal evolutivo

Esta estructura organizativa centralizada se asemeja al modelo «rojo» (Impulsivo) de Laloux, caracterizado por un liderazgo fuerte y centralizado. 

En contraste, los paradigmas «verde» y «cerceta» de Laloux promueven estructuras organizativas más planas, basadas en la confianza y la autoridad distribuida, alineándose más con los principios ágiles.

Propiedad y distribución y control de recursos y medios producción

En términos de propiedad y distribución de recursos, el comunismo busca una distribución equitativa de los recursos, con un enfoque en la eliminación de las desigualdades socioeconómicas. Este enfoque se relaciona con el modelo «ambar» de Laloux, que valora la colaboración y la equidad en la distribución de recursos. 

Aunque la agilidad no tiene un enfoque directo en la distribución de recursos, promueve la transparencia y la equidad en el acceso a la información y la toma de decisiones distribuida.

En el comunismo se busca la socialización y el control estatal de los medios de producción. Este aspecto del comunismo se alinea más con el paradigma «rojo» de Laloux, que enfatiza la propiedad y el control centralizado.

El modelo «naranja» de Laloux se caracteriza por su enfoque en la eficiencia y los resultados. En muchos estados comunistas, como la URSS y otras implementaciones históricas del comunismo han sido criticadas por su falta de eficiencia debido a la centralización y la planificación rígida. Podemos comparar esto con el despotismo ilustrado, donde se buscaba la eficiencia y el progreso a través de la imposición de políticas y decisiones centralizadas. 

En contraste, la agilidad busca la eficiencia a través de la adaptabilidad, la retroalimentación constante y la mejora continua.

¿Es la agilidad perfecta?

Y ya sabemos que no es todo color de rosa en las implementaciones de la agilidad, muchas iniciativas para transformar las organizaciones grandes y establecidas han fallado debido a sus estructuras y procesos arraigados. La resistencia al cambio, la burocracia existente y la falta de flexibilidad son los grandes retos en la adopción de métodos ágiles.

Si bien la agilidad puede ser efectiva en entornos empresariales y proyectos específicos, puede tener limitaciones en ciertos contextos o industrias. Por ejemplo, en industrias altamente reguladas, como la farmacéutica, la bancaria o la aeroespacial, donde se requieren rigurosos controles y estándares de calidad, la agilidad puede chocar con las exigencias regulatorias.

¿Es esto una excusa para no agilizarse? No, recordemos Space X y cómo evolucionó décadas la tecnología aeroespacial.

Especialización y división del trabajo en el comunismo y el desarrollo ágil

En cuanto a la especialización y división del trabajo, el comunismo ha tendido hacia la estandarización de roles y la eliminación de la especialización (como en el paradigma naranja-logro). 

Cada individuo tiene un rol definido y contribuye en función de sus habilidades y conocimientos, lo que se alinea con la idea de que cada persona tenga un sitio y ayude en lo que mejor sabe hacer. Mientras que la agilidad valora la colaboración interdisciplinaria y la flexibilidad en los roles, permitiendo una mayor adaptabilidad y resiliencia en los equipos (enfoque verde-pluralista).

La falta de incentivos a la motivación y a la creatividad ha sido una de las grandes críticas del comunismo y desde mi humilde opinión una de las causas de su fracaso. Sabiendo lo que motiva a las personas (como ya hemos hablado), quitando la motivación, restamos energía.

Como ese funcionariado que haga lo que haga ni le despiden, ni le aumentan el sueldo y opta por irse a tomar un café (pero quién dice funcionariado, dice también trabajador por cuenta ajena que calienta la silla o sabe que su despido es demasiado caro…).

De hecho, a pesar de los avances en ciertas áreas de innovación de la Unión Soviética, se señala que la falta de incentivos para la innovación llevó a la estancación y la falta de competitividad en sectores clave de la economía, lo que contribuyó al colapso del sistema.

Competencia vs cooperación en Agile y el comunismo

Mientras el comunismo busca eliminar la competencia y promover la cooperación, la agilidad reconoce la importancia de la colaboración y la cooperación, así como la la adaptación al cambio y la entrega continua de valor, pero también valora la competencia sana y la mejora continua. Ambos tienen ese enfoque verde pluralista del modelo de Laloux, que destaca la colaboración y la participación de todos los miembros de la organización.

Ideales y Objetivos del Comunismo y el Desarrollos Ágil

El comunismo tiene como objetivo principal la igualdad económica y la eliminación de las clases sociales. Estos ideales y objetivos del comunismo se alinean más con el modelo «verde» de Laloux, que se enfoca en la participación, la igualdad y la preocupación por el bienestar colectivo.

Por su lado, la agilidad se puede ver más bien como una herramienta para avanzar desde el modelo «naranja» (Logro) hacia los modelos «verde» (Pluralista) y «cerceta» (Teal-Evolutivo) de Laloux. 

Mientras que el modelo «naranja» se caracteriza por estructuras organizativas más flexibles y horizontales, donde se fomenta la autonomía y la autorresponsabilidad. Los modelos «verde» y «cerceta» buscan la autorrealización y la autogestión, promoviendo la colaboración y la distribución equitativa del poder. 

La agilidad, con su enfoque en la adaptabilidad, la colaboración y la entrega continua de valor, puede ser un paso en el camino hacia las organizaciones pluralistas y evolutivas.

Es importante destacar que la agilidad no es el destino final, sino un medio para avanzar hacia formas de organización más evolucionadas. Algunas organizaciones han trascendido la agilidad y han dado un salto hacia el paradigma cerceta teal-evolutivo, e incluso más allá, donde la autorrealización y la autogestión son fundamentales.

Resúmen sobre la conexión entre el comunismo y la agilidad

En resumen, en este artículo hemos buscado la conexión entre agilidad y comunismo. Aunque el comunismo y la agilidad pueden compartir algunos aspectos en términos de cooperación y búsqueda de igualdad, difieren significativamente en muchos otros aspectos, como:

  • la propiedad y control de los medios de producción,
  • enfoque en competencia vs. cooperación,
  • propiedad y distribución de recursos,
  • especialización y división del trabajo,
  • jerarquía y estructura organizativa,
  • y enfoque en la eficiencia. 

Aunque el comunismo ha sido implementado de diferentes maneras a lo largo de la historia, la agilidad se presenta como una herramienta para avanzar hacia formas de organización más evolucionadas y adaptables, como una alternativa que valora la colaboración, la adaptabilidad y la mejora continua en las organizaciones. 

La evolución de los modelos organizativos es constante y no podemos descartar la posibilidad de nuevas síntesis que combinen, como diría Hannah Montana, «lo mejor de los dos mundos”. 

Hannah Montana "lo mejor de los dos mundos"

Conclusión sobre la conexión entre el comunismo y la agilidad

¿Quién sabe? Quizás la próxima implementación del comunismo aplique los principios de la agilidad y los paradigmas cerceta (teal-evolutivo) sorprendiéndonos gratamente con un enfoque que combine la igualdad social con la adaptabilidad y la innovación. 

En última instancia, la discusión sobre la relación entre el comunismo y la agilidad nos recuerda la importancia de cuestionar las ideas preconcebidas y examinar a fondo las características y principios de diferentes modelos para una comprensión más precisa y enriquecedora. 

La gestión organizativa es un campo en constante evolución, y es fundamental mantener una mente abierta y estar dispuestos a explorar nuevas perspectivas en busca de mejores formas de organizar y trabajar juntos.

Como dice Peter Drucker: «La mejor manera de predecir el futuro es crearlo».

4 comentarios sobre “Descifrando el mito: ¿Existe alguna conexión entre agilidad y comunismo?”

  1. Con todo respeto hay una cantidad importante de errores conceptuales. Fruto, creo, de estar comparando cosas de categorías distintas y hacer un recorte arbitrario del «comunismo» que tomas para tal comparación (en particular, estás hablando del perdido Stalinista)

    1. Gracias por comentar, Fran.
      Efectivamente el comunismo tiene una gran dimensión imposible de resumir en un artículo: entre otras porque el Comunismo de Marx es teórico y ha habido algunas interpretaciones llevadas a la práctica.

      La idea del artículo es desvincular la agilidad del comunismo «rojo» (que es el que se usa cuando se dice la frase introductoria de «ya están los rojos del agile» y cosas así…). Y por eso, el énfasis está en el comunismo Stalinista.

      Te invito a que comentes los conceptos que consideras error conceptual del artículo y abramos debate de si son «agile» o cuál es el paradigma al que corresponden.

      Y por supuesto, siento si tú o alguna persona se ha podido sentir ofendida por la simplificación o la comparación.

    1. ¿por qué destinar una (extensa) respuesta a un tema aparentemente alejado de la cotidianidad?
      En primer lugar, no puedo negarlo, por un interés personal (no solo de agilidad vive el hombre).
      En segundo lugar, porque coincido plenamente con la importancia de cuestionar las ideas preconcebidas y examinar a fondo las características y principios de diferentes modelos para una comprensión más precisa y enriquecedora.
      En tercer lugar, pero seguramente el más relevante: porque creo que la forma en que se formula un problema/objeción, condiciona las respuestas que podamos darnos y esto es central para quienes nos abocamos a acompañar cambios profundos en las organizaciones.

      Para ello, el primer paso será exponer una dificultad que se presenta en relación a la forma en que se abre la discusión (“explorar las similitudes y diferencias entre la agilidad y el comunismo”) y una serie de objeciones sobre “el recorte” realizado. Finalmente, ofrecer una reformulación del problema/pregunta y sus posibles derivaciones.
      Espero, de esta forma, contribuir a la comprensión de la gestión organizativa como un campo en constante evolución, y es fundamental mantener una mente abierta y estar dispuestos a explorar nuevas perspectivas en busca de mejores formas de organizar y trabajar juntos.

Deja un comentario