Métricas, Producto, Scrum

Scrum-Fall, la realidad de muchas empresas

En los últimos años, he sentido cierta decepción con el desprestigio que está ganando tanto Agile como Scrum. Como toda moda, cuando pasa la gran ola, hay que ver los restos de lo que queda y puede ser útil para el futuro. Sin embargo, si hacemos autocrítica, es complicado que una moda tan costosa como Agile perdure si no da resultados. Los resultados difícilmente van a ocurrir si toda la energía de Agile se enfoca en personas sin mirar los resultados de los equipos. Como  mucho, las empresas han conseguido un Scrum-Fall (Scrum con Waterfall) que apenas aporta valor. ¡Lo analizamos!

Resultados con las personas

En el mercado, existen aún muchos equipos de desarrollo software muy alejados de los resultados (económicos o de negocio) que están produciendo. Recordemos que Agile propone unir Negocio y Tecnología y, llevado al extremo, unir ambos departamentos para tener equipos orientados a valor. En NeuronForest, trabajamos este asunto a través de los Value Delivery Teams, equipos end-2-end capaces de gestionar toda la cadena de valor. 

La cultura orientada a resultados es bastante habitual. Muchas personas la rechazan porque históricamente hemos tenido empresas obsesionadas en los resultados económicos por encima de las personas. De hecho, todos hemos conocido abusos en organizaciones que han apretado a sus empleados para conseguir mejores resultados económicos. 

Sin embargo, el auténtico cambio consiste en tener una cultura de “Resultados con las Personas”. Es decir, un equipo feliz que no da resultados es un equipo que tenderá a desaparecer. Un equipo que entrega valor pero vive agobiado acabará por destruirse. Debemos unir ambas realidades, tener equipos sanos que se centren en el valor que son capaces de generar.

Scrum y el Negocio

Scrum es un marco que genera discrepancias entre desarrolladores de software, dado que muchos prefieren extreme programming. XP propone varias prácticas avanzadas de desarrollo que ayudan a construir productos, mientras que Scrum deja mucha libertad. Sin embargo, Scrum aporta el concepto de “valor” en los equipos. 

Un Scrum Team exitoso es capaz de generar valor a base de iteraciones en los equipos. El concepto de valor no está bien definido en muchos equipos porque lo asemejan a alcance o puntos de historia. Realmente, Scrum propone que el valor sea de negocio (en organizaciones con ánimo de lucro). Es decir, Scrum propone que los equipos se centren en generar un impacto económico. 

De hecho, la Sprint Review tiene un papel muy relevante en un Scrum Team que mide el valor en términos de negocio. En este evento, analizamos nuestro aporte real de valor y qué medidas podemos tomar para mejorarlo. Al tener una visión de negocio, nuestro equipo gana enteros para ser productivo.

Scrum-Fall, la realidad de muchas empresas

Sin embargo, muchos equipos Scrum y organizaciones “ágiles” siguen teniendo Sprint Review muy orientadas a control de proyectos y del equipo. Métricas como el porcentaje de avance, los puntos de historia o nº de Sprints Goals cumplidos son vanidosas. Nos dan información pero no nos dicen nada del estado real de los customer con respecto a nuestro trabajo. 

Para mí, la Sprint Review marca la diferencia entre un Scrum Team profesional y orientado a valor, de un Scrum-Fall que busca cumplir fechas. Cuando el objetivo son las fechas y ponemos todo el valor en ello, las métricas como porcentaje de avance pueden tener sentido. Digo pueden porque, realmente, en un mundo cambiante es imposible calcular el porcentaje de avance sobre algo que sufre muchos cambios. 

En las empresas Scrum-Fall solo interesan los cambios “gratis” que acaban frustrando las conversaciones dentro de la empresa. De hecho, es bastante habitual las conversaciones para explicar, discutir, debatir por qué un determinado hito no se cumple y apenas hay conversaciones con los usuarios finales. 

Scrum-Profesional, el auténtico Agile

Un Scrum Profesional se centra principalmente en el valor aportado. Un Scrum Team está continuamente preguntando al mercado si su solución aporta valor, si pagarían por ello, si les resuelve problemas… Además, deben estar escuchando y recibiendo feedback para proponer más valor que les permita sobrevivir en el tiempo. 

Con esta mentalidad, nuestros managers no tienen que estar encima de los equipos controlándolos, y se pueden centrar en resolver impedimentos y en darnos soporte para entregar más valor. Aquí aparece el concepto de Líder Servicial que busca trabajar con los equipos desde el aporte y no desde el premio-castigo. 

Además, al conectar a los Developers con los Customers conseguimos mayor motivación. A las personas les gusta resolver problemas y no implantar soluciones que otras personas han definido por ellos. Por eso, es clave poder entender muy bien los problemas de los clientes y proponer soluciones que podamos validar para generar valor. 

Scrum bien entendido supone una auténtica revolución para aquellas empresas que quieren una orientación a resultados. 

Y tú, ¿tienes un Scrum-Fall? 

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