Quien haya trabajado conmigo hace años sabe que, durante mucho tiempo, quise ser Jefe de Proyectos. Pensaba que,desde esa posición, podría ayudar a los equipos a funcionar bien. En el año 2014, decidí hacer un Master en Dirección de Proyectos con el objetivo de obtener la Project Manager Professional y promocionar en la empresa en la que estaba. Por suerte, decidieron añadir en el programa asignaturas de Agile, lo que me hizo descubrir mi verdadera vocación: Scrum Master.
El Jefe de Proyectos
Según el Project Management Institute, un proyecto es un conjunto de actividades compuestas por un alcance (requisitos), un tiempo definido y un coste asociado. Un proyecto, además, dispone de más variables como calidad, personas o satisfacción de cliente. Un Jefe de Proyectos es la figura que realiza la planificación inicial con el equipo para definir cada una de las variables y, una vez arrancado, asegurarse que se ejecuta correctamente, mediante el control de diferentes aspectos.
Un Jefe de Proyectos se asegura de que lo que se ha definido ocurre y, en caso de salirnos de los parámetros definidos, tomar acciones correctoras. Un Jefe de Proyectos es una figura relevante, sobre él o ella gira toda la ejecución y, por tanto, las organizaciones ponen en relevancia esta figura. Tener a alguien de confianza que vele porque se cumpla el alcance en fecha es garantía de que el plan maestro, al que llamamos estrategia, ocurrirá.

Scrum Master Profesional
Cuando describimos al Scrum Master, nos referimos al Scrum Master Profesional, con foco en los resultados y en la entrega de valor. Un Scrum Master tiene los valores que debe promover y ser ejemplo: respeto, coraje, compromiso, foco y apertura. Hay Scrum Master que tratan de sobrevivir, no de cambiar su organización para conseguir entregar más valor.
Un Scrum Master Profesional se centra en que su equipo entregue valor, Scrum es un medio con muchos elementos pensados para conseguirlo. Dentro de Scrum, se juega de muchas maneras, y hay que encontrar la que permita mayor efectividad dentro del equipo.
Un Scrum Master Profesional debe dividir su tiempo entre tres tareas: acompañar al Scrum Team, acompañar al Product Owner en la gestión del producto y acompañar a la organización en su evolución Scrum. Por tanto, un equipo Scrum que entrega valor (y lo maximiza) supone un Scrum Master que está funcionando.
Diferencias y Similitudes
El gran problema del mundo del conocimiento es que no podemos trabajar con certezas, sino con hipótesis. Cuando ejecutamos un determinado trabajo, tiene que ser con un foco en un resultado y con la capacidad de adaptarnos rápidamente en caso de salirnos de los parámetros aceptables. ¡Cuidado! Los parámetros no son una determinada fecha, sino un resultado (normalmente de negocio) que queremos conseguir.
Cuando trabajamos con certezas, queremos que las cosas ocurran tal y como las hemos ideado (o idealizado) y no como la realidad nos demuestra. Sin embargo, podemos afirmar que hay una situación aún peor. Aunque pudiéramos garantizar una fecha y un alcance, eso seguiría siendo insuficiente para que fuera exitoso. Podemos crear algo que está en fecha y hacer el producto incorrecto. Por eso, siempre decimos que los “proyectos” tienen un error de base: no tienen foco en resultados de negocio.
Sin embargo, en los productos hechos con Scrum, el foco es resolver un determinado problema. Cuando tu foco es el problema, es cuando inspeccionar y adaptar de manera frecuente es clave, ¡tenemos que adaptarnos a medida que probamos! El Scrum Master se centra en ello, en hacer pensar, en resolver impedimentos que impidan a un equipo trabajar, en resolver el problema (y maximizar valor con ello).

El Jefe de Proyectos Scrum, Frankenstein
Si hay una figura que aparece mucho en ofertas de trabajo es el “Jefe de Proyectos Scrum”. Esta posición se centra en tener un potencial Scrum Master (pero orientado a eventos) y que tenga foco en la construcción del producto. Es decir, es un Jefe de Proyectos “guay” que haga Scrum mientras todo vaya bien, pero que, en caso de necesidad, apriete para que salgan las fechas.
El problema de mezclar ambas figuras es que su foco es diferente: uno se centra en construir y otro, en los resultados. Las conversaciones, las métricas, los impedimentos… todo varía en función de tu foco. Si el foco es el producto, métricas como el porcentaje de avance o estimaciones son razonables. Cuando te centras en resultados, tienes que preguntarte ¿estamos resolviendo el problema? y tus métricas son muy diferentes.
Además, el estilo de liderazgo es diferente. Un Jefe de Proyectos puede potenciar la autogestión, pero siempre será el responsable. Es decir, que la autogestión será ficticia sobre todo cuando se presente una situación complicada y haya que actuar.
Un Scrum Master se centra en que el problema sea compartido, para aumentar la responsabilidad grupal. Cuando las personas comparten un objetivo, comparten una responsabilidad y ahí se necesita una figura que haga las preguntas incómodas.
Toca elegir
Podemos ser Jefe de Proyectos si el foco es un proyecto, es el rol que jugamos y debe estar claro. Si vamos a ser Scrum Master debemos asentar las bases de lo que ello supone. Es fundamental dejar claro y decir a nuestros futuros clientes: “nuestros Scrum Master no solo están con un equipo, también acompañan en la evolución de la empresa”. Si no se conoce con claridad claro lo que es un Scrum Master, tendremos dificultades e impedimentos, incluso, antes de arrancar.
Y tú , ¿diferencias al Scrum Master del Jefe de Proyectos?