El otro día, hablando con un colega sobre la profesión del coaching me preguntó mi opinión sobre las técnicas de coaching corporal. Como ya comentamos en el artículo en el que presentamos las distinciones del lenguaje: el coaching ontológico se basa fundamentalmente en la comunicación. Al leer esto seguramente pensemos en el lenguaje verbal, y acertaremos en un gran porcentaje. Sin embargo, la comunicación no verbal tiene un gran impacto en el mensaje que transmitimos en la comunicación, y el coaching no se queda atrás. La corporalidad, los gestos, las expresiones nos comentan muchas cosas que las palabras no dicen. Por eso, hoy me gustaría responder a las preguntas, ¿qué es coaching corporal? y ¿para qué sirven las técnicas de coaching corporal? Sin embargo, antes me gustaría contaros un par de historias.
La amígdala cerebral
Estuvimos unas vacaciones con la familia en plan comuna hippie. Al llegar los últimos y ser sólo nosotros dos, nos tocó dormir en el salón, en unos colchones en el suelo. Yo suelo dormir hecha un ovillito, con las piernas encogidas. Pero esa mañana, me apetecía estirarlas (quizás por algo de frío o humedad de dormir en el suelo) pero justo antes de estirar las piernas me dije a mí misma: «espera un momento, voy a mirar a ver si hay algo». No sé por qué lo hice, nunca lo hago, me estiro y punto. Pues ¡menos mal! Porque estaba mi sobrina cuando aún era un bebé, que la había dejado un momento su madre para ir a buscar la ropa de cambio. Parece ciencia ficción, pero mi cuerpo sabía que había algo, alguien, ahí y me hizo despertar antes de estirarme y darle una patada al pobre bebé.
Existen muchas historias parecidas de madres que tienen un sexto sentido para sus bebés. Y es que durante el embarazo y en la espera de un bebé se desarrolla la amígdala cerebral de manera espectacular para activar el estado de alerta que requiere ser la figura de apego principal de un bebé. ¿La amígdala hace eso? Veamos lo que dice wikipedia al respecto:
La amígdala envía proyecciones al hipotálamo, encargado de la activación del sistema nervioso autónomo, los núcleos reticulares para incrementar los reflejos de vigilancia, paralización y escape/huida, a los núcleos del nervio trigémino y facial para las expresiones de miedo […].»
Wikipedia
Pero no hace falta ser mamá o estar embarazada para tener estos superpoderes de vigilancia, ya que todos disponemos de amígdala cerebral. De hecho, muchas veces lo llamamos intuición.
Memoria corporal
Os había dicho que iba a contaros un par de historias, aquí viene la segunda. Tengo una amiga que fue el otro día al fisio, llamémosla Ana. Le estaba tocando las piernas y cuando pasó por un punto en concreto, Ana dio un respingo. La fisio se sorprendió de la reacción porque ahí no había nada, ni cicatriz, ni contractura, ni daño de ningún tipo. Ana le explicó que hace años tuvo un accidente con la moto, que se rompió varios huesos y la rodilla, y que en ese punto exacto fue dónde el coche le golpeó en dicho accidente. No tiene secuelas físicas del accidente en ese punto, pero su cuerpo sabe que ahí se produjo el accidente.
¿Os parece ficción? Es posible que conozcas a alguna persona que nació con vueltas de cordón umbilical en el cuello (nacen bebés así constantemente, normalmente no es peligroso) y le agobian mucho las bufandas y cuellos altos. O que tienen alguna otra reacción corporal aparentemente inexplicable… Inexplicable para nosotros porque, su cuerpo lo sabe.
Entonces, ¿qué es el coaching corporal?
Con estas dos historias reales os quiero transmitir la idea de que nuestro cuerpo sabe cosas de las que nuestra consciencia no es consciente. Las técnicas de coaching corporal buscan traer al consciente esas respuestas que el cuerpo sabe pero nosotros no.
Para responder la pregunta de ¿para qué sirve el coaching corporal? repasemos alguna de esas estrategias del coaching corporal.
«Fake it until make it» o «Fake it till you make it» (FITYMI) como técnica de coaching corporal
Hace mucho tiempo, me dieron el consejo de «en la empresa, vístete con la ropa del puesto al que te gustaría optar». Este es un ejemplo de «fake it until make it» o «finge hasta que lo logres». Al vestir el atuendo del puesto al que optas se busca adoptar la aptitud, actitud y habilidades de ese puesto demostrando que eres un digno merecedor del puesto. Esto corresponde con la pseudociencia de la Ley de la Atracción. En coaching corporal no se aplica la parte mística de la ley de la atracción, si no sólo la parte de la corporalidad de la misma. Me explico con ejemplos a continuación.
La corporalidad de la risa y el llanto
Cuando una persona llora, su respiración es rápida y entrecortada. En oposición, cuando reímos nuestra risa es lenta, en ocasiones nos quedamos sin aliento entre inspiración e inspiración. Una técnica para ayudar a alguien a que pueda dejar de llorar o bajar la intensidad del llanto es animarlo a respirar más lenta y relajadamente.
De la misma manera, cuando estamos alicaídos estamos más encogidos (compresión) y cuando estamos alegres estamos más abiertos y estirados (extensión).
Algunos actores utilizan el truco de la respiración y la posición para activar las emociones de tristeza y alegría cuando van a interpretar. El cuerpo relaciona cada tipo de respiración con cada emoción y al estilo del perro de Pavlov, activa la emoción sin un estímulo real.
La posición del superhéroe
En la serie de televisión Anatomía de Grey, hablan de la postura de Superman como posición física de expansión que te ayuda a oxigenar el cerebro y mejorar el rendimiento, de hecho, la usan los neurocirujanos Shepard antes de realizar sus intervenciones y operaciones.
A mí esta postura me recuerda más a la que ponía mi madre en jarras cuando se enfadaba, pero quizás era porque estaba recargándose de energías para lo que venía después.
Lo cierto es que parece que hay un estudio de Harvard que recomienda esta postura para mejorar la actitud en la vida. De hecho, parece que hay varias posturas de estas para mejorar la confianza y la autoestima: la fuerza, la de súperman o la de la estrella marina.
«Fake it until make it»
Juntando todas estas técnicas de corporalidad podemos ayudar mucho a nuestros procesos de cambio o aprendizaje. En los cambios organizacionales de tipo transformación Agile, se establecen marcos de trabajo y prácticas como las que establece Scrum mientras se crea la cultura y se establecen los valores en la organización.
A nivel personal podemos hacer lo mismo. Si somos personas pesimistas, mientras estamos trabajando nuestras creencias limitantes y automatismos y hábitos podemos ir por la vida con la cabeza levantada y una actitud de triunfador hasta que sea esa la actitud que nos salga por defecto. Al más puro estilo «Fake it till make it!».
Focusing como técnica de coaching corporal
El focusing es una técnica que se basa en prestar atención a los sentimientos, dolores y deseos que han sido silenciados y, como dirían en una aproximación sistémica, darles voz. De esta forma, dejamos que el cuerpo dé respuesta a esas preguntas que desconocemos.
¿Cómo hacer focusing?
Muchos de nosotros nos ponemos nerviosos al afrontar una prueba o examen. Y eso se nos puede reflejar en un nudo o tensión en la boca del estómago. En mi caso, durante la carrera en la universidad era incapaz de comer o desayunar antes de un exámen por esta misma razón.
Si aplicásemos el focusing a un estudiante el día antes de un examen al hacer el escáner corporal (que se puede hacer mediante una meditación) detectaríamos esta tensión en el estómago. Entonces le preguntaríamos ¿qué nos quieres decir? Nervios. ¿Y qué esconden estos nervios? Miedo. ¿Miedo a qué? A suspender el examen, a fracasar. ¿Cuál es el fracaso en suspender un examen? ¿Qué nos dice este miedo? Mis padres son muy estrictos con las notas. Si suspendo no seré perfecta y nadie me querrá. Necesito aprobar este examen para mantener la beca…
Focusing en la vida real
El otro día, participando en un taller de soltar el lastre del año 2020 para dar espacio a lo nuevo y empezar el año 2021 con energías renovadas descubrí durante uno de los ejercicios sistémicos que tenía una tensión que desconocía. Gracias al focusing pude descubrir que me agobiaban los «tengo que» y las obligaciones que había contraído con la maternidad y que me estaban lastrando. Transformando los «tengo qué» en «yo quiero» y eligiendo tomar esa responsabilidad, logré relajar esa tensión y lograr un alivio corporal y emocional.
Malestares crónicos
Es especialmente útil para casos de malestares crónicos. No, no estoy diciendo que esto cure el cáncer ni nada parecido. Me refiero a que hay ocasiones que las emociones se nos enquistan en forma de dolores y molestias físicas: rechinar de dientes o dolores cervicales por el estrés, náuseas por los nervios. Una chica a la que acompañé sufría de acidez durante su embarazo. Lo curiosos es que durante el fin de semana y los días que trabajaba desde casa apenas sufría estas molestias. Hablando con ella, me contó que recientemente había vuelto a la oficina a trabajar y que sus compañeros de trabajo no la habían recibido muy bien. Ella no conocía a nadie y ellos cuando bajaban a tomar el café la ignoraban, aunque se invitaban a gritos los unos a los otros. Ella lo contaba como que le daba igual, pero su estómago nos estaba contando otra historia diferente. Había aprendido a somatizar el rechazo en un esfuerzo de practicar el «fake it until make it«.
Como hemos podido observar, el cuerpo tiene mucho que contarnos en los procesos de coaching o de aprendizaje personal. Sólo hace falta escucharlo. En ocasiones el prestar atención a las emociones silenciadas y decirnos «te escucho» ya sirve para aliviar las tensión. Todos los elementos del sistema quieren pertenecer y sentirse escuchados, aunque luego las decisiones vayan por otro lado. En las organizaciones pasa igual, en ocasiones las voces más críticas lo único que quieren es ser escuchados, lo pueden hacer en una sesión especial o por detrás en cotilleos y rumores… Pero esto lo dejaremos para otro artículo.
Y tú, ¿dejas a tu cuerpo contarte tu historia?
