Thinking

No puedes trabajar solo, rodéate de gente y déjales trabajar

Una de las películas favoritas de mi hijo mayor es Cars. Todas las películas de Disney tratan de enseñar a los niños lecciones sobre valores. Cars no está exenta y sus primeros minutos a ritmo de Real Gone de Sheryl Crow son excepcionales. 

Rayo McQueen trabaja solo

Al principio de la película, se nos muestra una carrera para conseguir la copa Pistón, el trofeo más deseado por los corredores de coches. Rayo Mcqueen es el aspirante al título, tiene una gran seguridad en sí mismo. 

En un momento dado, tiene que tomar una decisión vital: cambiar las ruedas. Sus competidores deciden hacerlo, sería un riesgo seguir corriendo con ruedas desgastadas. Sin embargo, McQueen decide ignorar el consejo de sus mecánicos y no cambia las ruedas. Para él, lo importante es ganar, y no quiere perder el tiempo en detalles menores. 

Parece que la estrategia funcionaba: a falta de una vuelta para acabar la carrera, solo le quedaba media vuelta para convertirse en ganador. Sin embargo, una de sus ruedas revienta y, a pesar de que puede continuar, todo empeora con un segundo reventón. Rayo no se rinde y decide arrastrarse hasta la meta mientras que sus competidores aceleran al descubrir la realidad. 

Al final, se produce un triple empate entre los tres coches favoritos. Rayo salva así la posibilidad de ganar la copa Pistón una semana más tarde, cuando se repita la carrera. 

No puedes trabajar solo

Tener una estrategia diferente a tus rivales puede ser importante en un mundo competitivo. Dani Mateo, humorista, tiene un monólogo en el que, de manera ficticia, conversaba con un amigo sobre un nuevo restaurante de venta de insectos fritos. El “amigo” argumentaba que sería un éxito porque “nadie más lo ha hecho”. Dani se burla diciendo, “¿por qué crees que no hay ningún restaurante?”. 

No se trata solo de tener una estrategia diferente, hay que equilibrarla con el riesgo asumido. McQueen tomó una decisión diferente y, a corto plazo, funcionó, pero tenemos que mirar resultados a largo plazo. Muchas consultoras venden proyectos aceptando condiciones inviables, para acabar entregando software de baja calidad y generando una mala imagen en el mercado. 

El problema no es la estrategia diferente, muchas veces no nos queda otra si queremos crear un impacto en el mercado. El gran error de Rayo McQueen es que tomó la decisión de manera unilateral y, aunque él crea que corre sólo, es un trabajo en equipo. De hecho, su equipo, ante el resultado, decide abandonarlo. Las personas no quieren estar subidos a un barco en el que no pueden decidir nada. 

Al acabar la carrera, su máximo competidor, Strip Weathers, le avisa: “no puedes trabajar solo, necesitas un equipo, rodéate de gente y déjales trabajar”. 

La mejora contínua no consiste en revolucionar tu equipo 

Durante una carrera, tenemos una estrategia, un plan. Pero, para conseguir el máximo rendimiento de nuestro coche, tenemos que cambiar las ruedas y otras piezas de manera continua. Esta es la esencia de una Retrospectiva, no se trata de cambiar el motor entero, sino de pequeñas mejoras que nos permitan mejorar nuestro rendimiento hasta la siguiente parada. 

Las ruedas, al igual que las personas, pueden sufrir desgaste por el día a día. Detalle que, si no se soluciona, pueden provocar un “reventón” en el equipo. En cierta ocasión, trabajando como Scrum Master en un equipo, empezó a generarse tensión entre el especialista de calidad y una developer. El motivo era simple, habían creado una columna “Done” para marcar el trabajo terminado y la persona encargada de la calidad debía validar que estaba todo bien. De pronto, un postit empezó a moverse sin sentido, la developer aseguraba que estaba terminado, pero el chico de calidad decía que fallaba y que, a pesar de los arreglos, seguía fallando. Pudimos hablarlo en una retrospectiva y ambos tenían razón. Al parecer, la developer había arreglado el software, pero los cambios no eran visibles porque tenían que ir a un servidor al que el chico de calidad no tenía acceso. Era una tontería, pero estaba generando comentarios del tipo “estos developers no tienen cuidado en hacer las cosas bien” o “el de calidad no se entera de nada”. 

¿Cuándo cambiar el motor? El motor de un equipo son las personas, claro que se pueden cambiar, aunque la recomendación en Scrum es que se haga las menos veces posible porque la continuidad nos da tracción y predictibilidad (se tarda tiempo en engrasar las relaciones entre personas). Cuando estamos enfocados en un Sprint o en un objetivo de Producto, deberíamos  mantener a las personas siempre que se pueda, al igual que no cambiamos el motor en una carrera. 

Ambición personal o de equipo

En Scrum, lo tenemos claro: los equipos mueven el mundo. Hoy en día, son los equipos la clave de los nuevos productos y servicios que ocurren en el mundo. Incluso en deportes individuales, trabajamos en equipo. El gran fallo de McQueen fue actuar solo, pensar en sí mismo y en su ambición personal por encima del equipo. Esta diferencia la pudimos ver en la historia sobre los hermanos Wright, donde la ambición personal impidió a  Samuel Pierpont Langley alcanzar el éxito que anhelaba. De hecho, aunque Langley hubiera ganado la carrera creando el aeroplano, los hermanos Wright habrían seguido persiguiendo su sueño, que era el de crear una máquina que volara, aunque no fueran los primeros. 

Si vamos a elegir una estrategia arriesgada, es mejor que lo hagamos todos juntos, en equipo. Una empresa que da la espalda a las personas que generan valor es una empresa condenada a la mediocridad o a la tumba. 

Y tú, ¿cambias las ruedas o te arriesgas? 

Deja un comentario