Thinking

Nadie es imprescindible, ¡mentira cochina!

Desde el año 2007, he trabajado en más de diez empresas. Casi todas eran consultoras tecnológicas (o digitales) o trabajaban en las áreas de desarrollo software de clientes finales. A pesar de que empecé a trabajar el mismo año que empezó la crisis, he podido ver cómo el mundo de las TIC siempre ha tenido trabajo, es más, siempre ha tenido mucha demanda de empleo que ha costado mucho cubrir. 

Por otra parte, si conoces nuestro sector, sabrás que la mejor manera para prosperar es moverte porque, una vez que una persona está en una empresa, las subidas salariales no abundan. A esto, sumamos que las empresas tradicionales no fomentan ningún tipo de motivación intrínseca, y esto provoca que las personas busquen un nuevo lugar cuando el proyecto no les atrae, la tecnología no les permite crecer, no sienten que estén en retos tecnológicos o por un responsable que lidera con malas formas.  Toda esta combinación nos lleva a empresas con un % de rotación muy elevado que hace que las personas acabemos pasando por las mismas empresas en diferentes momentos de nuestras carreras profesionales. 

el dinero cómo único valor

Los valores de la compañía

Otra de las características de la mayoría de organizaciones tradicionales es la definición y puesta en marcha de los valores de la compañía. Está práctica está de moda desde hace años, pero como ya hemos explicado otras veces, realmente las decisiones se toman por factores relacionados con la rentabilidad de la decisión. Por tanto, los valores de la compañía son humo cuando tenemos por delante un contrato jugoso con un cliente. De hecho, uno de los valores que más empresas dicen tener es el de “personas”. Incluso muchas de ellas han cambiado el nombre de recursos humanos por otros como talento, personas o cultura. Así pueden trasladar una imagen de que las personas son lo más importante de la empresa. Realmente, las personas son importantes porque ganamos dinero con ellas, pero no porque nos importen. Un ganadero te dirá que “piensa en las vacas”, pero sólo porque las necesita para su negocio, si una no da leche, la sacrifica igualmente. 

Los procesos de salida se desnaturalizan

Debido a que la rotación es alta y por tanto el número de compañeros cambia constantemente, muchas de estas organizaciones desnaturalizan el proceso de salida de un compañero. Hay una frase que siempre se dice en todas las empresas: «nadie es imprescindible». Y realmente es así, que una persona se vaya de una organización, no hará que la empresa se caiga o que cierre. Las empresas pierden gente todos los días y siguen funcionando. 

No obstante, si realmente nos importan las personas, cuando un compañero nos deja realmente nos está dejando una persona que no podrá ser sustituida. Puede que sus funciones sí las pueda cubrir una nueva persona, pero las personas son únicas y no se pueden sustituir. Si Paco, que realiza labores de frontend, que le gusta juego de tronos, hace CrossFit por las tardes y le gusta la pizza con piña, abandona la empresa, puede que podremos contratar otro frontend, pero nunca será Paco. Si realmente nos importan las personas, debería de doler que Paco haya decidido irse por no haberle ofrecido un entorno en el que ni se lo plantee. 

Creo que en este tipo de detalles es donde una organización demuestra que las personas son importantes para ellas. En una cultura de rotación alta se genera una sensación de «o estás con nosotros o contra nosotros». Sin embargo, eso no es una cultura que piensa en las personas. Solo pensamos en que son recursos y como recursos que son, son sustituibles. 

¡Las personas son imprescindibles, lo recursos se cambian fácilmente!

el despido no es importante

Lo que hacen las empresas diferentes

Una empresa donde las personas importan no es aquella que te paga un salario alto o te lo iguala cuando te vas a ir  para retenerte. Las empresas que apuestan por las personas son aquellas donde se mantiene una buena relación con las personas que se fueron, porque son personas, y si se van seguimos pensando en ellas. Parece paradójico, pero es fácil tratar bien a las personas de las que sacas valor, lo difícil es tu relación a posteriori. 

Os contamos tres ejemplos que he podido conocer recientemente para que conozcáis alternativas. 

En GoodRebels, los ex compañeros pueden seguir accediendo a la intranet de la empresa, se les invita a cañas mensuales que organiza la empresa e incluso se ha creado un lema «once Rebel, always Rebel». ¿Por qué invertir dinero de la empresa en personas que decidieron no continuar en ella? Esto parece antiintuitivo, si no fuera porque en GoodRebels las personas son importantes. 

En ThinkingWithYou, recientemente perdieron a un compañero que había trabajado toda la vida de la empresa con ellos. Decidieron crear un cartel deseándole lo mejor en redes sociales y animándole a volver cuando quisiera. ¿Qué empresa perdería el tiempo en alguien que ya se ha ido y del que no van a ganar nada? El motivo es simple, en ThinkingWithYou las personas son importantes. 

Y por último, Jorge Silva, socio fundador de 10Pines, nos contaba que en los últimos diez años solo se habían ido diez personas de su organización. Conozco muchas consultoras que pierden esa cantidad a la semana, pero en 10Pines han sido capaces de crear una cultura donde las personas no piensan en irse de la empresa. ¿Es ese grado de fidelidad el que ves en tu empresa? El motivo es simple, en 10Pines importan las personas. 

El ex empleado es un embajador de tu empresa

Una reflexión que quiero compartir, es que las personas que abandonan una empresa son embajadores de la misma tanto o más que las que trabajan en ella. Si de verdad nos importan las personas, seguiremos colaborando con aquellas personas que, aunque no reciban ya una nómina, nos gusta compartir eventos y conocimiento con ellas. 

En Scrum, siempre hablamos de que las personas son importantes, pero no sólo aquellas de las que sacamos provecho, sino también de todas aquellas que nos rodean en nuestro sector. 

Y tu empresa… ¿Cómo apuesta por las personas?

2 comentarios sobre “Nadie es imprescindible, ¡mentira cochina!”

  1. Interesante post, pero genera en mi algunas contradicciones puesto hay puntos que son opuestos o varían desde los ojos que los estés viendo, por ejemplo existen diferentes tipos de trabajadores ( empleados, colaboradores, temporales, externos, consultores, directivos y que decir de los que solo van a calentar la silla) lo cual nos lleva a entender que no todos ven y afrontan su trabajo de la misma forma, compromiso y en muchos casos no entienden su propósito, sólo hacen por hacer. Hay empresas que son buenas pero sus líderes de equipos no tanto y esto puede frustrar a las personas haciendo que tomen la decisión de irse ya que en sus manos está la posibilidad de buscar un nuevo empleo y no la de cambiar a su jefe. También hay que decirlo existen personas que no rinden o no están al nivel del equipo de trabajo, si bien todos podemos aprender cosas nuevas y afrontar los retos que se nos presentan cómo oportunidades para mejorar y crecer, hay personas que simplemente no están dispuestas a hacerlo que por lo general son las mismas que encuentran las fallas en los demás pero no en ellas mismas

    1. Muy de acuerdo, y cuánto más grande es la empresa más difícil es… pero la realidad es la siguiente, las empresas no generan confianza y los empleados actúan hasta dónde pueden. Hemos creado entornos de trabajo basados en el control y ese es el verdadero problema.

Deja un comentario