Hace un tiempo, tuve una conversación interesante con un grupo de compañeros sobre cómo introducimos el desarrollo ágil en su organización. Un compi nos pedía que introdujéramos desarrollo ágil en la venta y que fuéramos con un discurso y unas propuestas solo de agilidad ya que era la directiva de la compañía. Otro compañero más cercano a la venta tenía dudas porque justo acababan de cerrar un contrato con un cliente en el que veían que no se podía trabajar con Scrum.
¿Qué estrategia debemos seguir con Scrum?
Por mi experiencia, he llegado a una conclusión: “depende de quién quieras ser en el mercado”. Hay organizaciones que solo trabajan en Scrum, es su marca y no renuncian a ella. Son capaces de poner sus valores por encima de un jugoso contrato, no quieren trabajar de otra manera y quieren ser recordados por trabajar así.
Hace unos meses, estuve reunido con una empresa dedicada a Transformación Agile. Nos contaron que en una ocasión, un CIO les tentó con darles una gran cantidad de dinero a cambio de conseguirle diez Scrum Masters. Esta empresa es pequeña, y tienen un crecimiento controlado y sin prisas, priman mantener su cultura sobre un crecimiento rápido y que les pueda hacer daño. Ellos respondieron lo siguiente: “lo siento, no trabajamos así, pero colaboramos con empresas que sí lo hacen, podemos darte su teléfono”. Esto es para mí honrar tus valores.
Para consultoras grandes que quieren trabajar con Scrum, mi consejo es que intenten trabajar con un discurso doble: “señor cliente, tenemos dos maneras de hacer las cosas, o bien construímos un producto digital con Scrum, es la opción que mejor nos funciona, o bien vamos a un modelo tradicional donde os damos precio tras un análisis”. Jugar a las dos cosas me parece muy honesto, es la mejor manera de asumir que, no todo va a poder ser Scrum y ayuda a tener una conversación con el cliente sobre las implicaciones de seguir el marco de trabajo.
¡Queremos que todo sea Scrum!
Si tu objetivo es trabajar con Scrum, si ese es tu objetivo, lo llevas en tu ADN y son parte de tus valores, entonces debes estar dispuesto a rechazar un contrato cuando no puedas hacerlo. Si no eres capaz de rechazar un contrato, cuidado con la expectativa interna que puedes generar. Si tu discurso en las redes es Scrum y después no ocurre por los clientes que tienes, puedes generar frustración en los equipos, lo que puede acabar en que quieran irse.
Por ejemplo, si un equipo trata de cumplir una Definition of Done que garantice un cierto nivel de calidad, y la organización presiona para que entreguemos sin cumplirlo para acelerar, esto puede generar que las personas prefieran irse a otra compañía. Los desarrolladores más potentes con lo que he trabajado, valoran el hacer las cosas bien.
Sin embargo, en este tipo de situaciones aparece la frase “aplica el sentido común”. En este contexto, suele significar: “¿Cómo le vamos a decir a nuestro cliente que no hacemos el trabajo?” Depende de quién quieras ser, que posición quieras ocupar en el mercado. Desde luego, si quieres ser honesto con tus compañeros, deberías hacerlo, porque les has prometido que aquí todo se haría con Scrum. Al menos, no le pidas a los agilistas de tu organización que estén de acuerdo contigo.
¿Puedo transformar a mi cliente?
Una estrategia que a veces funciona es, aceptar un “waterfall” con Sprints y después tratas de educarle en Scrum con entrega contínua. Esto es válido, y a veces funciona, sin embargo es peligroso. Si es un waterfall a base de Sprints, seguramente no haremos entregas reales de software y dejaremos para el final gran parte de la integración. Esta integración suele ser muy dolorosa y el cliente o nuestros compañeros pueden percibir que con este modelo no estamos mejorando. Scrum requiere de muchos cambios organizacionales, que si no gestionamos bien, difícilmente obtendremos todos los beneficios.
¿Podemos ser híbridos?
Está de moda apostar por un modelo híbrido. Consiste en lo siguiente: estimo todo y doy fecha (porque si no, no me dan el contrato) y después lo hago con Sprints con cambios gratis. ¡Lo mejor de cada uno!
El modelo híbrido es muy peligroso. Para empezar porque, si das una fecha, generas una expectativa, y cumplirla en entornos complejos donde los requisitos son cambiantes es difícil. Debemos entender que Scrum no es una manera mejor de hacer waterfall, es un manera diferente de pensar, ¡Por eso no se pueden mezclar!
En muchos casos, el modelo híbrido acaba en un waterfall con cambios gratis y eso es la receta perfecta para el desastre. ¡Lo peor de cada uno!
¿Podemos hacer partes de Scrum?
Scrum es un conjunto de métodos, prácticas y reglas mezcladas para conformar un marco de trabajo. Puedes, y no es mala idea, coger algunos de sus elementos para tratar de conseguir la entrega en fecha o para crear tu propia forma de trabajo. Sin embargo, esto no es Scrum, aunque pueda funcionar.
Actualmente, acompaño a un equipo donde el Scrum Master se lo ha explicado al resto del equipo en primera instancia: “señores, no somos Scrum, tenemos una fecha cerrada y las entregas parciales no son posibles, no obstante, nos tomaremos esta experiencia para coger las rutinas de Scrum e ir aprendiendo, ¡Pero no somos Scrum!”
¿Talibanes?
Para mí, esta actitud es la más correcta y honesta que puede tener un Scrum Master o una organización. Aunque este Scrum Master pueda ser tildado de “talibán”, creo que es muy realista, cuando aparezcan los fantasmas del waterfall y las cosas fallen, no podremos echar la culpa a Scrum. Utilizamos esta pequeña experiencia como un ejercicio de inspección y adaptación y para demostrar a nuestros “mayores” que Scrum no es una manera diferente de hacer lo de siempre, es una manera diferente de hacer las cosas.
Por tanto, ser realista y entender dónde están tus límites te permite mejorar. Si este Scrum Master diera un mensaje diferente, estaría siendo poco honesto con sigo mismo, y con sus compañeros, además de que generaría una imagen personal que le puede afectar en el futuro. Lo que muchos califican de talibán, para mí es una manera de ser honestos con nosotros y con el hecho de que, conseguir hacer algo con Scrum es verdaderamente difícil.
Y tú, ¿Crees que eres realista con el Scrum de tus equipos?
1 pensamiento sobre “¿De verdad mis equipos son Scrum?”