Thinking

Mi evolución como Scrum Master 5 años después

¡Ya van 5 años! En estos días he hecho cinco años desde que empecé a dedicarme a la Agilidad, cómo Scrum Master, Agile Coach y cómo Product Owner un breve tiempo. Quería compartir lo poquito que he aprendido en este tiempo, por si a alguien le es útil:

He podido descubrir mi verdadera vocación, hace cinco años quería ser Jefe de Proyectos, y ahora no tengo ningún interés en una posición jerárquica, sino en ayudar a las personas a crecer. Las personas forman equipos y a su vez organizaciones, y con ello mejoramos el mundo 🙂

He tenido que estudiar muchísimo en este tiempo, lo que me ha llevado a dedicar muchas horas personales, pero ha merecido la pena, me quería dedicar a esto y no tenía experiencia. Cuando quieres dedicarte a algo, tienes que gastar dinero, estudiar y equivocarte muchas veces.

Creo que la gran evolución de un agilista es pasar de pensar en dinámicas a pensar en negocio. Antes me ganaba la confianza de los equipos haciendo juegos, y ahora quizás dejo eso para momentos puntuales y necesarios. Ahora intento centrarme más en el valor que ese equipo crea y que disfruten generándolo.

He empezado a trabajar con empresas poniendo más el foco en el valor. Y no nos engañemos, el valor es DINERO, por tanto, ¿cuánto dinero aporta mi equipo a la empresa? Para mí, debería ser una pregunta que debe estar encima de la mesa. Esta parte es la que más cuesta, pero la que más me motiva y por la que creo que me contratan.

He podido conocer a muchas personas. Creo que en todos los sitios que he estado he dejado un recuerdo bonito y he aportado valor. Hace poco estuve con una developer con la que trabajamos en 2015 y me dijo “desde que te fuiste, no vino nadie que pensara tanto en crear equipo como tú”. En otra empresa hicieron un vídeo por el décimo aniversario de la empresa y destacaron mi llegada como uno de los 5 grandes cambios que la empresa había experimentado. Todas esas personas que he podido conocer me han aportado mucho, y espero que yo a ellas.

youth-570881_1280

Pero no todo es maravilloso. Hay sitios donde he tenido que salir con más pena que gloria. Nos dedicamos al cambio, y no todos quieren el cambio o el que propone un agilista. Aún así, todas esas experiencias me aportan. El mejor consejo que puedo daros es: lo importante es ayudar, no sobrevivir. En mucho sitios pude aguantar mucho si hubiera querido pero no me habría acostado con la conciencia tranquila, creo que esa es la clave de un buen trabajo.

Es cierto que, hay empresas que buscan la colaboración y otras que buscan la competición. Empresas donde se transparente lo que ocurre para intercambiar experiencias y empresas donde es una auténtica locura contar algo de lo que pasa dentro. Personalmente, intento estar más cerca de las colaborativas.

Y por último, sed constantes, id a sitios donde podáis aprender y aportar. No os quedéis quietos, el movimiento enseña y fortalece. Hace unos meses estuve con un grupo de personas de un gran banco y me dí cuenta que, muchos de ellos podrían ser muy buenos agilistas, pero debían moverse y ver más mundo que su banco. Sus ejemplos estaban limitados a la cultura de su empresa.

Y esto es todo por el momento, espero que dentro de 5 años mire atrás con la misma sensación de haber crecido, y, sobretodo, haber hecho crecer a muchas personas, o al menos, haberlo intentado con todas mis fuerzas.

¿Qué habéis aprendido vosotros?

Deja un comentario