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Me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado

En noviembre, Elon Musk envió su coche en dirección a Marte. Esta acción a parte de dejarnos una serie de cómicas fotografías y servir de experimento a su empresa SpaceX, nos invitó a pensar en ¿cómo serán los coches en Marte? Quizá no sean coches en sí y se trate de otro vehículo motorizado, ¿cuál será su método de propulsión?

Como comenté en la CAS2018, esto nos invita a pensar e imaginar el futuro. No un futuro cualquiera, sino uno cuando el ser humano haya colonizado Marte. Y si ahora tenemos una imagen de lo que puede ser el futuro, ¿qué nos impide empezar a trabajar en él? Cuando utilizamos técnicas como Design Thinking, buscamos solucionar y satisfacer necesidades actuales de los usuarios. Ideamos productos y soluciones para el ahora. Esto, por un lado nos reduce el riesgo, ya que son necesidades que sabemos que tienen los usuarios. Pero a su vez nos limita el tiempo de vida de las soluciones. Ahora tienen esa necesidad pero, ¿y mañana?

Mañana cuando el ser humano colonice Marte necesitará desplazarse

En contraposición a las técnicas de diseño que se centran en el presente, como por ejemplo el Design Thinking, han surgido técnicas y dinámicas que permiten proyectar necesidades y problemas en el futuro y así generar una visión constructiva y creativa para enfrentarse a ellos. Como ejemplo, Future Thinking.

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By Guian Bolisay – https://www.flickr.com/photos/instantvantage/6248639222, CC BY-SA 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=20325601

En mayor o menor medida, 2015 produjo desilusión en muchas personas. Cuando Marty McFly viajó al futuro por segunda vez (Regreso al Futuro II), viajó a un 2015 que poco tuvo que ver con el 2015 que vivimos nosotros. ¿Dónde quedaron los aeropatines con los que prácticamente todos los chavales de la época hemos soñado? ¿Y el resto de autos voladores?

El cine nos ha hecho soñar con el futuro en multitud de ocasiones, ¿por qué no aprovechar esta ventaja? Nike aprovechó la oportunidad y en 2011 sacó unas zapatillas de coleccionista Nike Air Mag inspirados en esta mítica película de ciencia ficción. Con un precio de venta de entre 2.300$  y 9.959$, repitieron experiencia en 2016 con una nueva edición. Particularmente, sobretodo en épocas de frío, niebla y lluvia como estos días espero con más expectación la ropa con autosecado como la cazadora de Marty tras acabar en la fuente…

Homo Deus

Pero sin lugar a duda, si lo que queremos es cambiar un futuro, a mi gusto bastante aterrador, os recomiendo leer Homo Deus. Tras los esfuerzos de la humanidad por vencer el hambre, la peste y la guerra, ¿cuáles son los retos a los que se enfrentará el ser humano en el siglo XXI? Actualmente hay más probabilidad de morir de obesidad que en un conflicto armado. Las grandes batallas de la antigüedad ya están obsoletas y han sido sustituidas por otras nuevas: vencer a la muerte, la felicidad absoluta o el poder de los dioses.

Este ensayo nos muestra un posible futuro, donde el homo sapiens se transforma en homo deus. Podemos aprovechar este extenso estudio para decidir si ese es el futuro que queremos, o por la contra, qué medidas vamos a tomar para evitarlo.

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El futuro es algo impredecible, cambia constantemente. Pero a su vez, como dice la wikipedia “(es una conjetura que) puede ser anticipada, predicha, especulada, postulada, teorizada o calculada a partir de datos en un instante de tiempo concreto. Y nosotros podemos aprovecharnos de ello. Tanto para idear productos, servicios y necesidades del futuro, como para evitar la llegada de distopías.

El pensamiento basado en desarrollo ágil nos invita a centrarnos en el usuario y sus necesidades a la hora de desarrollar productos, pero no nos limita a centrarnos exclusivamente en el presente, ¿no?

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